1- Positividad
Aparca los malos presentimientos y la negatividad y contempla el futuro, tanto el inmediato como el de a medio o largo plazo, con optimismo. Visualiza tu objetivo y visualízate cumpliéndolo. El final no puede ser otro. Sobre todo, si haces lo que se debe hacer para la consecución del objetivo.
2- Organización y disciplina
La organización es básica para estudiar eficazmente y la disciplina lo es para lograr la consecución exitosa de los objetivos que te hayas planteado. Elabora un calendario y calcula las horas diarias que deberías dedicarle al estudio. Y cúmplelo todo a rajatabla, a poder ser.
3- Plantea tus objetivos
Otro de los propósitos de año nuevo que deberías tener en cuenta es que debes plantearte unos objetivos. Pero como todos los buenos objetivos éstos deben ser medibles por una parte (es decir, al final debes saber si los has cumplido o no… no valen medias tintas) y, por otra, factibles (no tendría sentido plantearse alcanzar la luna, por ejemplo). Y a partir de ahí, todo lo que tú hagas debe estar alineado por completo con esos objetivos. ¡Ah! Y mejor que haya un único objetivo grande que cientos de pequeños. Es mejor centrar el foco en una cosa que no dispersarlo en cien.
4- Pensar a largo plazo
Hay días buenos y días no tan buenos. En esos días un pelín grises te ayudará el recordar que hay un gran objetivo a largo plazo que cumplir, que te ilusiona, que mejorará tu vida y que el día presente sólo es una piedra más del camino. No pierdas de vista cuál es el horizonte.
5- Pensar a corto plazo
No es una contradicción. Pero vamos a repetirnos: hay días buenos y días no tan buenos. En esos días un pelín grises te ayudará el recordar que para la consecución de un gran objetivo es imprescindible que superes el más inmediato, por muy pequeño que sea. Ve ejercicio a ejercicio, tema a tema, «partido a partido»… Sólo así llegarás a la consecución del objetivo final. Céntrate en lo que debes hacer ahora, no en lo que deberás hacer mañana.
6- Actividades
El estudio no puede absorber todas tus energías. Este año debe haber un espacio, por pequeño que sea, destinado a otras cosas: hacer ejercicios, ver películas, salir a pasear, escribir, escuchar música… Tu mente debe estar preparada para aprovechar el momento de estudio y hacer que éste sea de calidad.
7- Participación
Más propósitos de año nuevo. Para un mejor aprovechamiento del estudio es vital que tu participación en clase, en las tutorías o en el campus sea alta. El que plantees preguntas, que no te quedes con dudas, el que compartas tus inquietudes no hará otra cosa que enriquecer tu experiencia de estudio, sin duda. Interactúa y aprovecha que tienes compañeros y compañeras en la misma situación que tú.
8- Comunicación con los profesores
Los profesores son personas normales. No son monstruos disfrazados de ser humano. No te van a comer ni te van a reñir por que les preguntes. Aprovecha que los tienes a tu disposición para que te quede todo bien claro y no dejes lugar a las dudas. Ellos saben perfectamente que tú estás aquí para aprender y ellos para enseñar. ¡No te cortes!
9- No tener miedo
Aparta la palabra miedo de inmediato. Sabes que acabarás consiguiendo tu objetivo y que hacerlo sólo será cuestión de tiempo. Entonces, ¿a qué temes? ¡Si sabes que lo acabarás consiguiendo! Los miedos únicamente entorpecerán tu camino y en los exámenes te pueden jugar una mala pasada. Si has estudiado y trabajado correctamente, en el examen no habrán sorpresas. ¡Quédate con eso!
10- Aprender
Parece obvio y evidente, pero no lo pierdas de vista. El más grande de los propósitos de año nuevo debe ser éste. Está claro que a todos nos obsesiona sacarnos una asignatura, aprobar un examen, obtener una titulación… pero lo importante es que aprendas. No estudias para aprobar. Estudias para aprender.
Referencia: ilerna.es
ESTUDIA EN LA ESCUELA SUPERIOR DE NEGOCIOS
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