En un mundo en el que cada vez se nos exigen más cosas, trabajar en mejorar los niveles de autoconfianza sigue siendo la gran asignatura pendiente.
Tener déficits en este aspecto no sólo causa dolor emocional, sino que nos predispone a actuar como personas que no se fían de sí mismas. Y eso, además de ser una fuente de problemas, hace que los demás nos traten como si necesitáramos ayuda para cualquier cosa.
Consejos para trabajar tu autoconfianza
Contra esta dinámica destructiva, aquí tienes algunos puntos de partida para mejorar los niveles de autoconfianza y autoestima y hacer que la imagen que tienes de ti mismo/a se ponga a trabajar a tu favor.
1. Deja de compararte siempre con las mismas personas
Debes dejar de compararte con otras personas. Si no puedes evitar compararte, es porque probablemente no las conoces lo suficiente. Hoy en día las redes sociales y los medios de comunicación hacen que sea muy fácil que personas concretas ofrezcan sólo su mejor lado y guarden bajo candado muchas otras cosas. Y todo esto, con o sin un asesor de imagen a sueldo. La importancia de sentirse a gusto con uno mismo. Piensa, por ejemplo, en el tiempo que le has dedicado a elegir las fotos que vas a subir en tus perfiles virtuales, o en la meticulosidad con la que escoges ciertas frases. Eso mismo es lo que hacen constantemente un buen montón de personas sobre las que te llegan noticias cada día, y es muy posible que muchas de ellas aún se preocupe más que tú en asegurarse que todas estas noticias hablen sobre una personalidad fascinante. Por eso, trabajar en tu autoconfianza debería incluir una fase en la que pasas de idealizar a estas personas a humanizarlas, es decir, considerar sus defectos o la falta de información sobre ellos. Si nuestra propia manera de pensar ya lleva incorporada unos patrones de atención selectiva, los más media e Internet hacen que este acceso restringido a unos pocos datos sea aún más definitivo. Lo cual nos lleva al siguiente punto.
2. Reconoce los efectos que la propaganda ejerce sobre tu autoestima
La autoconfianza y la autoestima están íntimamente relacionados, y por eso deberías fijarte en ambos si quieres intervenir sobre tus posibilidades de cambiar de actitud y de estilo emocional. Sin embargo, existen poderosísimos aparatos propagandísticos y publicitarios que se encargan casi exclusivamente de ofrecer nichos de mercado a grandes organizaciones por la vía de crearle inseguridades a la gente. Si eres mujer, por ejemplo, te habrás dado cuenta de que hay una gran presión mediática para presionar a las mujeres con el ideal de belleza femenina, algo que en última instancia no existe.
Algo similar ocurre con prácticamente todos los elementos de nuestra vida: la arquitectura, los coches, la personalidad de los héroes de película, etc. Desintoxícate de los ideales del cine y la televisión. Darse cuenta de que la autoestima, sea positiva o negativa, es algo que puede aprenderse y desaprenderse y en lo que influyen elementos mediáticos y culturales sirve para ver de que una autoimagen negativa no refleja nuestra propia naturaleza. Por lo tanto, considerar las presiones sociales que influyen en nosotros es imprescindible para conservar la autenticidad y no dejar que la publicidad nos hunda emocionalmente.
3. Cuida de tu salud
Aunque la autoconfianza es algo subjetivo, es más fácil hacer que esta sea positiva si introduces pequeños cambios objetivos en tu vida. Mantener unos buenos hábitos de ejercicio regular, alimentación adecuada e higiene es algo sencillo de conseguir y, además de aportarte beneficios de todo tipo, puede mejorar tu autoestima de manera indirecta. Cuando nuestro cuerpo funciona mejor, lo nota todo el mundo (y también uno mismo). Hay múltiples estudios que relacionan el bienestar físico con el mental, así que no deberías infravalorar este punto.
4. Duerme bien
No sólo por lo que ya se ha dicho en el punto anterior, sino porque es totalmente esencial. No dormir adecuadamente produce cansancio y estrés, lo cual afecta nuestra manera de interpretar las cosas y, cómo no, también tiene un efecto sobre las posturas que adoptamos. Es difícil confiar en uno mismo cuando se anda todo el día con la cabeza agachada.
5. Enfréntate a retos realistas y cúmplelos
Si quieres trabajar tu autoconfianza deberías enfocar tus acciones pensando en la repercusión que van a tener sobre tu autoestima. De algún modo, debes dejarle recados a tu yo del futuro para que sea este quien se lea a sí mismo con unos ojos más amables (en parte, en eso consiste lo explicado en el primer punto). El arte de proponerse objetivos ambiciosos pero asequibles Por eso, deberías ver qué metas u objetivos, lejos de resultar útiles, no hacen más que dañar tu autoimagen por ser poco realistas. Si quieres hacer avances en este sentido, céntrate en los objetivos que puedas abordar y lánzate a ellos, sin dejarlo para el día siguiente.
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