Una empresa familiar no es la tiendita de pueblo que papá y mamá gerencian, donde un hijo atiende clientes y otro ayuda a acomodar cuando no hay clientes. Un negocio casi de subsistencia, sin promesa de durar mucho tiempo en su mercado. O tal vez sí sea esa una empresa familiar, pero no una buena representante de ellas.
Es frecuente que las empresas familiares sean líderes en sus segmentos o correspondan a marcas que vemos a diario, sea en los planos de las transnacionales o en los negocios nacionales o locales de tamaño medio. No es raro que sean más bien duraderas, con sanos planes de crecimiento y un sólido posicionamiento en los mercados gracias a estrategias inteligentes y consistentes en el tiempo.
1. Las empresas familiares NO son un fenómeno del pasado y no están obsoletas
Las empresas familiares tienen un papel clave en el tejido empresarial actual. Algunas de ellas como Walmart, BMW, IKEA y otras demuestran su capacidad de estar en los primeros de sus respectivos sectores.
2. Empresa familiar NO es sinónimo de PYME
Como el mundo esta hecho de pymes es muy normal que la mayoría de las empresas familiares sean pymes.
3. Conservador NO significa anticuado
Las empresas familiares son conservadoras en el sentido que quieren conservar la empresa como un legado para las siguientes generaciones. Esto les obliga a innovar. Sij innovación no lograrían alcanzar la longevidad que les caracteriza.
4. Las empresas familiares NO tienen aversión al cambio ni a la innovación
Existen empresas familiares con más de dos siglos de historia (como Faber-Castell y Grupo Osborne) que siguen activas gracias a su capacidad de innovación y de adaptación al cambio.
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